El Congreso vigilará que los socialistas cumplan los compromisos del AVE a Vigo por Cerdedo y el AVE a Lugo

• Los diputados populares gallegos han transaccionado un texto con BNG y PSOE que recuerda que el AVE a Galicia no es sólo la conexión con la meseta y subrayan que fue el PP el que puso a Galicia en el mapa del AVE y no José Blanco

Los diputados gallegos del PP están satisfechos por el hecho de que el Congreso de los Diputados haya aprobado hoy reclamar al  Gobierno que asegure el cumplimiento del calendario que establece que la Línea de Alta Velocidad Olmedo-Santiago esté lista en 2015, así como el cumplimiento de los compromisos adquiridos en relación con la línea de alta velocidad Ourense-Vigo por Cerdedo y Ourense-Lugo.

Los populares creen que es de suma importancia que, a pesar de las promesas del ministro de Fomento, se vigile estrechamente que el PSOE no esté de nuevo en una huída hacia delante, ya que “los gallegos no consentirán un nuevo retraso en una obra que ya fue retrasada por los socialistas demasiadas veces”.

El PP, que recuerda que fue el Gobierno del PP el que puso a Galicia en el mapa del AVE y no José Blanco, por mucho que éste se empeñe en repetirlo, considera prioritario diferenciar las intenciones de los hechos y, por eso, han  apoyado también que se impulsen las actuaciones que permitan establecer un verdadero Eje Atlántico desde Ferrol hasta la Frontera portuguesa, para facilitar su continuidad hasta Oporto en el momento en que las circunstancias económicas así lo permitan.

Los populares han transaccionado con BNG y PSOE, para darle mayor contenido, un texto de apoyo a la alta velocidad en Galicia, pero que también apuesta por alguna de las principales reivindicaciones del PP en los últimos años, como las cercanías ferroviarias y la reutilización de las vías que quedarán en desuso con la entrada en funcionamiento del AVE.

El PP espera que la Cámara Baja ejerza su función de control al Ejecutivo y evite que los socialistas vuelvan a protagonizar una huída hacia delante como la que ya en su día se vio obligado a reconocer el propio José Blanco respecto a los plazos de la alta velocidad.